Comprender la compresión en audífonos: una guía para dummies
La compresión es uno de los pilares de la amplificación moderna en audiología. Aunque a veces se presenta envuelta en gráficas, parámetros y terminología técnica, su función es sencilla: adaptar el mundo sonoro a un oído cuyo rango dinámico se ha reducido.
Por qué la cóclea necesita ayuda
Las células ciliadas externas (OHCs) son las primeras en dañarse cuando aparece una pérdida auditiva neurosensorial. Al desaparecer, la membrana basilar pierde precisión: los picos de la onda viajera se vuelven más redondeados y menos definidos.
El resultado práctico es doble:
- Los sonidos suaves dejan de ser audibles.
- Los sonidos intensos pueden resultar molestos, porque la cóclea pierde su capacidad natural de comprimir.
La solución pasa por recrear artificialmente esta capacidad.
Qué es realmente la compresión
La compresión busca reducir el rango dinámico del entorno para que pueda entrar dentro del rango útil de un oído con pérdida auditiva.
No se trata solo de subir el volumen, sino de redistribuirlo de forma inteligente:
- hacer que los sonidos suaves sean audibles,
- que los sonidos medios se mantengan cómodos,
- y que los intensos no resulten dolorosos.
Además, contribuye a normalizar la sonoridad, mejorar la inteligibilidad y disminuir la diferencia entre sílabas y fonemas.
Componentes fundamentales: umbral y ratio
Dos conceptos definen cómo funciona la compresión: el umbral y el ratio.
- Umbral de compresión: punto a partir del cual el audífono deja de amplificar de forma lineal.
- Ratio: indica cuánto cambia la salida en relación con el cambio de entrada.
Un ratio de 2:1 significa que cada 2 dB de incremento en la entrada se traducen en 1 dB en la salida.
Gracias a estos dos parámetros, el audioprotesista puede ajustar el comportamiento del audífono para cada tipo de sonido.
Linearidad vs compresión: dos filosofías distintas
En la siguiente imagen te muestro cómo la compresión “dobla” la curva de entrada-salida para ajustarse al rango disponible.
Mientras la amplificación lineal replica la intensidad de entrada, la compresión actúa como una rampa que se suaviza a medida que aumentan los niveles sonoros.

Imagina que tienes una regla de 30 cm, pero solo puedes usar 15 cm.
- La amplificación lineal sería como intentar meter un objeto de 30 cm tal cual: no cabe, se sale por los extremos.
- La compresión, en cambio, es como doblar ligeramente ese objeto para que quepa dentro de los 15 cm sin perder su forma esencial: cuanto más largo sea, más lo doblas; cuanto más corto, menos lo tocas.
Así, los sonidos suaves pasan casi igual, pero los fuertes se “doblan” para encajar en el rango que el oído puede manejar sin molestar.
Tipos de compresión: cuándo y para qué se usa cada una
En la práctica, la compresión puede clasificarse según el nivel al que actúa:
- Compresión de nivel alto: controla los sonidos fuertes.
- Compresión de rango dinámico amplio (WDRC): ajusta la amplificación para sonidos suaves y medios.
- Compresión de nivel bajo: facilita acceso a señales muy suaves.
Ataque y liberación: la velocidad importa
La compresión no es solo una cuestión de intensidad, sino también de tiempo.
Los tiempos de ataque y liberación determinan lo rápido que el audífono responde a los cambios bruscos de intensidad :
- Ataque: reacción ante un aumento repentino.
- Liberación: cuánto tarda en volver a su estado previo.
Si estos tiempos son inadecuados, pueden aparecer distorsiones transitorias, llamadas overshoot y undershoot, que afectan la claridad del habla.
Compresión rápida vs compresión lenta
- Compresión lenta
- Conserva mejor la envolvente temporal del habla.
- Se percibe como más natural.
- Suele ser más cómoda para personas con dificultades cognitivas.
- Compresión rápida
- Mejora la inteligibilidad porque realza sílabas suaves.
- Puede alterar ligeramente la naturalidad del sonido.
La elección depende del perfil del usuario.
Por ejemplo, alguien que entiende bien el habla puede usar una compresión más rápida, mientras que alguien que se agobia con los cambios bruscos o tiene más dificultad cognitiva suele necesitar una compresión más lenta y suave.
Compresión vs clipping: dos maneras muy diferentes de limitar
El peak clipping recorta las ondas de manera abrupta, generando distorsión, mientras que la limitación por compresión mantiene la forma de la onda aunque reduzca su amplitud.
Tecnologías avanzadas: ADRO
El sistema Adaptive Dynamic Range Optimization trabaja con tiempos adaptativos por banda de frecuencia, ajustando la ganancia según cuatro reglas:
- evitar superar el nivel de incomodidad,
- mantener el habla dentro de un rango confortable,
- evitar que las partes más suaves del habla desaparezcan,
- y nunca exceder una ganancia máxima predefinida para evitar feedback o sobreamplificación.
Imagina que estás escuchando la radio mientras conduces:
- Si la persona habla muy bajito, subes un poco el volumen para no perderte lo que dice.
- Si de repente llega una parte muy alta o entra música fuerte, bajas el volumen para que no te moleste.
- Si hay ruido de fondo (motor, viento), no subes demasiado, porque te deslumbraría con ruido.
- Y, pase lo que pase, nunca subes el volumen más allá de un límite para evitar que te duelan los oídos.
Eso es exactamente lo que hace ADRO automáticamente, pero en cada frecuencia por separado: sube lo suave, baja lo fuerte, mantiene lo cómodo y respeta un límite de seguridad.
La expansión: el “opuesto” útil de la compresión
Imagina que estás en una habitación en silencio absoluto.
Si alguien susurra muy, muy bajito, no necesitas acercarte muchísimo para oírlo… pero si lo hicieras, también escucharías ruidos que no te interesan, como tu propia respiración.
La expansión evita justo eso.
Cuando el sonido es demasiado suave, el audífono no lo amplifica tanto, así evita subir ruidos que no sirven (como el zumbido interno del propio audífono).
De forma simple:
- Compresión = controla lo fuerte para que no moleste.
- Expansión = controla lo muy suave para que no moleste tampoco.
Dominar la compresión, el ADRO y la expansión permite al audioprotesista ajustar cómo responde el audífono a cada nivel de sonido, haciendo que lo suave se oiga, lo fuerte no moleste y el habla sea más clara. En la práctica, todo esto sirve para adaptar mejor el audífono al estilo de vida y comodidad de cada usuario, logrando una audición más natural y efectiva.